Los arquitectos y profesores de la Universidad Católica, Alejandro Soffia y Mario Ubilla junto con los alumnos titulantes Gerardo Bambach, Nicolás Morales y Daniel Rodríguez, proponen reutilizar tablas de madera en desuso para prolongar su vida útil. En este caso, nos presentan el cuarto proyecto en el que se implica este material para dar cabida a un espacio de 600 metros cuadrados: una carpa para matrimonio en la que prima la rapidez de montaje y desmontaje y la optimización en el proceso constructivo.
Descripción por los arquitectos. Esta estructura efímera es parte del proceso de un proyecto de final de carrera que estudiaba las posibilidades de reusar -en distintos sistemas constructivos- un conjunto de tablas de madera.
El origen de las piezas es de un pabellón temporal, que descansaba desarmado en un rincón del Campus Lo Contador, de la Escuela de Arquitectura UC. El conjunto contaba de muchas unidades de varios tipos de tablas de madera, según sus medidas existentes en el mercado. Si bien algunas de las tablas ya tenían algunas modificaciones como cortes y orificios, se decidió reutilizarlas sin agregar más intervenciones. Esto con el objetivo de disminuir el proceso de diseño, los procesos de fabricación, el tiempo de armado, pero sobretodo permitir nuevas utilizaciones de las piezas en otros sistemas constructivos futuros.
Claro está, mientras más modificaciones tuvieran las tablas, más determinadas quedarían para éstos futuros usos. En cualquier caso, por supuesto que las modificaciones con las que ya venían las piezas, multiplicaban las posibilidades de asociación entre ellas. Y así se presentaban como oportunidades para el nuevo sistema constructivo. Una tabla modificada se convierte en un componente constructivo, una tabla sola es un material.
La condición de mantener intactas las tablas para su futura reutilización sugirió por un lado la necesidad de utilizar las menos piezas posibles, y por otro la temporalidad del prototipo. Mientras más durara montado el nuevo sistema, menos tiempo para las nuevas reutilizaciones. De ésta manera, éstos componentes residuales, entraron en la lógica de la reutilización, y tuvieron un segundo uso como una sala de juegos para una fiesta.
Luego se volvió a diseñar un sistema constructivo con las mismas tablas, como un comedor para un almuerzo y al menos un cuarto sistema más para celebrar un matrimonio. El quinto o los siguientes dependerán de quienes acepten el desafío de prolongar la vida útil de éstos componentes de madera.
La carpa para dar cabida a una fiesta de matrimonio en la playa pública de Ritoque, implicaba por su condición de “pública”, una rapidez en el proceso de montaje y desmontaje. La temporalidad de su uso por lo demás, determinaba una opción por el bajo costo. En éste contexto, los armadores y sus movimientos también pasaban a formar parte del proceso de diseño, debido a la eficiencia necesaria desde el punto de vista material y temporal.
Pocas personas, pocos componentes, detonaron la formulación una “coreografía binaria” -término acuñado por Daniel Rodríguez- que optimizara el proceso constructivo. Por su parte el desafío estructural era mayor, ya que el sistema debía cubrir una superficie de 600 metros cuadrados, con 23 metros de luz. Por ello se decidió utilizar el modelo de una catenaria, a partir del tensado de una tela raschel a la mayor altura posible en sus extremos. De ésta manera se evitaban además estructuras intermedias en el espacio que interrumpieran la vista, los desplazamientos o la comunicación de los invitados.
Desde el punto de vista estructural, las piezas de madera se transformaron en trípodes que lograban su estabilidad a punta de nudos y su propia geometría. Repetidos a lo largo de dos ejes transversales, formaron una suerte de galerías desde donde colgaba la tela, que delimitaba el espacio donde se ubicarían los asistentes.
Para contrapesar el peso de la tela que conformaba la catenaria que cubría el espacio, de los trípodes colgaban sacos de rafia que se rellenaban con la arena existente en el lugar, dando estabilidad al conjunto. Para completar el sistema constructivo, y con el sólo objetivo de dar más altura al plano curvo en su parte más baja, se cruza en el centro un último tensor, que se apoyaba en un sistema de doble trípode, diseñado en base a la misma técnica desarrollada para los laterales.
Nombre obra: Carpa de MATRIMONIO
Profesores Guía: Alejandro Soffia, Mario Ubilla.
Titulantes: Gerardo Bambach, Nicolás Morales, Daniel Rodríguez.
Ubicación: Quintero, Valparaíso.
Año proyecto: 2016
Año construcción: 2016
Superficie construida: 600 m²
Presupuesto: U$2/m²
Construcción: Gerardo Bambach, Francesco Borghi, Nicolás Morales, Daniel Rodríguez, Sebastián Worm, Alejandro Soffia.
Fotografía: Constanza Miranda, Nicolás Morales, Daniel Rodríguez, Alejandro Soffia.